Entre vinos

domingo, 15 de febrero de 2009

Detras de la barra de un bar uno aprende mucho sobre la vida.

Estherina es una mujer bajita, de pelo corto, ojos negros chiquitos y grandes caderas. Viste siempre con falda larga vaquera y polos deportivos del economato.
Toma sidra en tragos muy chiquitinos, de a poco, y fuma tabaco negro.

Es una mujer buena,observadora, tranquila, amorosa.
Se ha pasado la vida detras de la barra, asi que tiene el don de la escucha y comprension. De resolucion y claridad en lo cotidiano, en los asuntos de los quereres, de las desgracias, de las familias y desfamilias. Todo lo entiende, todo lo espera, es el guiño de complicidad de las liadas y deslices de los borrachos del pueblo.

Y es importante, aunque ellos, en el egoismo propio del borracho minero, no lo sepan.

Las personas la quieren, y aunque pareciera que va de la mano, pocos la cuidan.

15 años tenia cuando lo conocio.. era, dice, tan guapo, con tanta presencia.
Desde entonces no supo encontrar en otro lo que habia encontrado en el.

Lo vio una vez, y nunca mas supo, lejos estuvo de acariciarle, pero igual ¿cuantas veces lo habia hecho ya en su mente?...nada sirvio para que ella lo olvidara.

Y asi pasaron años y años, hasta 30. Y sus amigos le decian: vete, vete a buscarlo.

Pero Estherina nunca paso pajares en busca de su hombre, y ya no sabia que seria de el, ni si quiera sabia en el momento de conocerlo si ella le gustaria, pues jamas intercambiaron mas que sonrisa y mirada.

Aunque yo creo en el lenguaje de las miradas, en el hablar de los ojos cuando brillan o se oscurecen, cuando se muestran tiernos, tristes o nostalgicos en el paso del tiempo.

Guardó lealtad toda la vida, mientras, se entretenia encauzando la vida de los borrachos de la barriada minera de Barredos. Sin saber, que le faltaba lealtad a si misma.

Me gusta trabajar de camarera porque me acerca al mundo,al de verdad, lejos de teorias y academias, al pensar de las personas que pueblan mi tierra, a los dolores, a los amores, las decepciones y los engaños.

Miro a las personas que sirvo vinos y sidras, y me pregunto como hubiera sido si..

Cuantas veces me imagine a cualquiera de ellos con las posibilidades que me dio a mi la vida. Viajando, conociendo, siendo...
No solo las materiales, eso a ultimas y con lo basico cubierto no importan una mierda. Y buen reflejo es los pueblos de la cuenca minera asturiana.

Por qué nadie les enseño que los sueños se construian a mano y sin permiso, desde lo que uno siente hasta el infinito... hasta donde uno llegue. Que el tener y el ser no tienen nada que ver... que la vida se pasa y la rutina es maravillosa cuando uno la decide, solo entonces...

Y es que detras de la barra de un bar uno aprende sobre la vida, pero sobre todo, muchas veces, sobre como morirse en vida.